quijote...

Esta vez el azufre se quedara pegado en la nariz,
de tantos abrazos, los brazos quebrados se oxidan,
el viento no limpia las fosas de la nariz,
bajo el silencio,
un zumbido.

Un zumbido sin color, llamando desde el corazon,
que sangra como el dolor de perderse en el Dios,
sin saltos de respiracion,
se abre el cerebro, vomitando que esto no ha terminado.

El frio de huesos en el dia de sol,
se graba en cinta, como el dia que nacio,
y en ese momento debio caer y no volver,
siendo estatua sangrando cada invierno.